Big Data, cuando el interés comercial pasa por encima de la privacidad

Big Data

El Big Data, la medición estadística de todos los datos personales que puedan recopilarse y procesarse de usuarios, a través de la la multiplicidad de plataformas en las que cedemos, de manera más o menos voluntarias, nuestros datos de carácter mas personal, se ha convertido en una parte fundamental de la estrategia publicitaria de nuestro tiempo.

Ha sido noticia entre los Social Media de esta semana, cómo el gabinete de Obama contaba con un grupo asesor encargado exclusivamente a recopilar datos y hacer una campaña con un enfoque muy superior a los de su rival Rottmey. De hecho, estadísticamente hablando, manejaban datos que adelantaban su posible victoria. Al parecer, este grupo se dedicó a fusionar todos los datos obtenidos de diversas fuentes en una gran base de datos en la que enfocar su campaña mas certeramente. De hecho, ya se había hablado de cómo Obama siempre salía mejor posicionado en Adwords de Google y en Facebook, a pesar de hacer inversiones similares ambos candidatos.

Conocer los datos del impacto social de ciertas acciones posibilitó, por ejemplo, saber que Michelle Obama, era un elemento clave para obtener financiación, por encima de compañeros de partido, o cómo una cena con el actor George Clooney, incrementaría el impacto entre el público femenino de edades comprendidas entre los 40 y 49 años. Es decir, la medición de tendencias personales agregadas en grandes estadísticas llega a determinar cómo se desenvuelve un candidato a lo largo de toda la campaña.

El conocido como Big Data, ha pasado con ejemplos como este, al primer plano de campañas comerciales y junto con el “Comunity Management“, se ha convertido en un elemento de primer orden para empresas y medios. Lo que nadie dice es que esta recolección de datos y su posterior integración, parte de la cesión voluntaria de datos por parte de los usuarios. Así, vemos cómo la privacidad de diversas redes sociales, es el granero de este negocio.

Conociendo estos datos, no nos extrañan las campañas comerciales en las que nos tratan de subscribir diferentes compañías y medios y en los que, a veces de forma no completamente consciente, exponemos mas datos de carácter personal de los que, de saber su verdadero uso, habríamos permitido.

Por todo ello, revisar de forma exhaustiva las políticas de privacidad de redes sociales (especialmente en Facebook), y no suscribirnos a campañas en las que cedamos mas datos de los estrictamente indispensables, son elementos claves para velar por nuestra privacidad en la red. A esto, habría que agregar la navegación segura, forzando protocolos ssl o https, o el bloqueo del rastreo cuando no queramos hacerlo de forma expresa, sobre todo desde dispositivos móviles.

Google se apunta a la práctica del lobbie, gastando 9 millones de dólares en lo que va de año

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fran Andrades  -colaboración para Nación Red

 

La práctica de la influencia en las decisiones políticas, bajo grupos de presión, conocida como lobbying– o lobbie- parece que se ha convertido en método sine qua non, para llevar a buen término cualquier legislación de cierto alcance. Por ello, no nos ha de extrañar que en la lista de las empresas norteamericanas que más invierten en estas prácticas, destaque Google, con 9.790.000 dólares invertidos en lo que va de año. Open Secrets, apunta a que el séptimo inversor lobbista terminará el año superando la cifra de los 12 millones de dólares.

 

La pasada negociación de SOPA , impulsó a esta compañía a iniciar una actividad más “política” en la defensa de sus intereses, que coinciden con los de una red abierta y sin controles ni limitaciones. En este sentido, en julio pasado, una serie de compañías con intereses coincidentes en este aspecto iniciaron una política de confluencia en torno a la formación de un lobbie propio.

De este modo, agrupados bajo la denominación de The Internet Association , se ha conformado este lobby que cuenta entre sus miembros con compañías como Google, Amazon, Ebay, Yahoo, Zynga, Linkedin o Facebook. Entre su declaración de principios, este colectivo de intereses propugna por una red abierta y libre, en la que la información pueda fluir fuera de regulaciones y censuras. Las ausencias de Apple o Microsoft darían para otro artículo, conocidas sus prácticas influyendo en intereses, como poco, discutibles. 

Los usuarios podemos felicitarnos en esta ocasión de que los intereses de diversas compañías converjan, aunque solo sea en aspectos muy puntuales, con los del común de la cuidadanía, aunque no deja de ser inquietante conocer cómo las prácticas de influencia de la gran empresa, en campañas políticas y decisiones legislativas, va a mayores. Esto no es un caso aislado en la particular democracia estadounidense, sino que empieza tomar dimensión en un cuerpo legislativo europeo cada vez mas al servicio de quien les paga o les encuentra puestos de relevancia una vez concluída su labor y servicios prestados.

Como ejercicio, propondría que ubicásemos a expresidentes y ministros en sus actuales “empleos”. Como pistas: Rupert Murdoch, El conglomerado de Carlos Slim, Lehman Brothers, Goldman Sachs y un interminable etcétera, serían ejemplos paradigmáticos, para conocer quienes nos gobiernan y quienes, los que mandan.

Foto | Brionv 
Vía | openSecrets Internet Association 
En Nacion Red | The Internet Association, la industria de Internet forma su propio grupo de presión

Apple vs Samsung, un juicio en el que perdemos todos

El juicio de Apple contra Samsung trasciende lo anecdótico de dos marcas enfrentadas. Nos muestra el mar de fondo existente no solo entre dos compañías que, en el fondo aspiran  a la misma hegemonía, sino contra la posibilidad de una innovación no controlada, de un desarrollo libre e incluso de una necesaria convergencia entre equipos.

juiciode apple contra samsung

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