•   La NSA (Agencia Nacional de Seguridad) es una de las organizaciones gubernamentales más opacas que existen en EEUU. El programa de espionaje PRISM apunta a un sistema a gran escala diseñado para la intervención de todas las comunicaciones a través de la red.
  •  La revelación de su existencia, a cargo de un antiguo asesor técnico de la CIA, Edward Snowden, ha desatado la polémica a escala internacional.

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El escándalo del programa de espionaje cuidado PRISM saltó a la luz publica esta semana como filtración anónima a los diarios  The Guardian y The Washington Post el 6 de junio de 2013. En esta se nos explicaba la naturaleza de dicho programa y cómo se tenía acceso a todas las comunicaciones de  los mayores operadores de la red.

En una entrevista concedida a The Guardian, conoceríamos la fuente de toda esta Información, Edward Snowden, que trabajara como asesor de la CIA y  después como consultor en varias empresas externas de defensa que colaboran con la NSA.  Su revelación como fuente coincidía con su huida a Hong Kong y su “petición de asilo” a la nación que quiera acogerle.  Queda claro que esta maniobra le permitirá abandonar el anonimato conscientemente para asegurarse cierta garantía personal.

Información telefónica

Una de las piezas más escabrosas del escándalo PRISM es la manera en la que se ha organizado esta red de espionaje a cargo de la NSA. En primer lugar nos llegaron las informaciones a propósito de cómo Verizon, una de las grandes operadoras estadounidenses,  enviaba toda la información relativa a comunicaciones de usuarios de sus redes a esta agencia sin garantía ninguna a la privacidad ni  sujeto a derecho alguno. Las otras dos grandes proveedoras de servicio de EEUU,  AT&T y Sprint, también serían poco después  asociadas a este programa de espionaje al supuesto amparo de la Patriot Act, la ley antiterrorista que autoriza métodos de espionaje no garantistas.

El programa consta de una recopilación completa de todos los denominados metadatos de las comunicaciones que pasan por los servidores de este proveedor de servicios. Entre las claves que aportan estos datos, la identificación del número de teléfono, con su número de serie incluído, la localización estimada y la duración y destino de las llamadas. Aunque esto es solo la primera fase del proceso, como veremos, la infiltración en la privacidad será mucho mayor.

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 Un portal para controlarlos a todos

Las capturas de pantalla filtradas por The guaridian, no dejan lugar a dudas de la infraestructura montada para el espionaje ciudadano.  La NSA dispone de un completo sistema de captura y filtrado de las comunicaciones de usuarios de la mayor parte de las grandes de Internet, entre las que destacan Google y Facebook.

PRISM, surgiría en 2007 como sustituto del antiguo programa de seguimiento de terroristas de la NSA auspiciado por George Bush tras los atentados del 11S y que tanta polémica desatara. Así, con la ley Protect America de 2007 y la Ley de Enmiendas de la FISA de 2008, se daría pie al lanzamiento de este programa.

Entre su articulado destacan párrafos como el que afirma que  se «autoriza expresamente a los organismos de inteligencia para controlar el teléfono, el correo electrónico, y otras comunicaciones de ciudadanos estadounidenses de hasta una semana sin necesidad de obtener una orden judicial”

La forma en la que este proyecto se llevaría a cabo necesitaba de la colaboración de las grandes operadoras de Internet del momento. Así a lo largo de un periodo  que llega hasta nuestros días, la mayor parte de estas  compañías irán cediendo a la presión de la NSA favoreciendo un método que les permitirá acceder a la información de estas.  Microsoft en 2007, Yahoo! en 2008, Google,  Facebook  y Paltalk a lo largo de 2009, YouTube en 2010, AOL 2011y  Skype en  2011  irían cediendo y estableciendo una especie de portal intermediado a través del que los agentes  de PRISM pueden mantener una intervención en las comunicaciones mucho más directa y sencilla que las que ofrecen redes de espionaje como Echelon.

Dado que la mayor parte de las empresas de Internet operan a día de hoy desde EEUU, estamos hablando de una forma de espionaje, en la práctica, global, en la que colabora la mayor parte del sector más puntero de la red. El propio informe filtrado afirma que el 98% de la información que maneja  PRISM se basa en Yahoo, Google y Microsoft.

La contestación furibunda de los principales responsables tanto de Facebook como de Google no deja de resultarnos un tanto fuera de lugar conocidos los hechos. El desconocimiento expuesto, aunque previsible como forma de lavado de imagen para la marca en cuestión, no deja de ser poco creíble. La realidad apunta a que las peticiones del gobierno de EEUU a estas compañías serían finalmente atendidas por estas. La mayor parte de las reticencias, sobre permitir un acceso completo a los sistemas de estas sería resulto mediante la creación de una serie de portales, a modo de pasarela, en los que estas compañías irían volcando los datos para que la NSA dispusiera de ellos. De este modo salvaban sus infraestructuras de una intromisión completa pero permitan el espionaje de sus usuarios.

El propio Obama, tan preocupado por la privacidad en CISPA, hasta el punto de amenazar con su veto final, defendería sin embargo ayer la versión no legal de esta que supone PRISM.

No deja de resultar curioso cómo tras la insistencia de activistas de la red como EFF a propósito de cómo se gestionaba el operativo, fuera la misma judicatura la que declarar que PRISM debe seguir permaneciendo en secreto.