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Una sucesión de anuncios por parte de las grandes compañías con navegadores propios apunta a una nueva dispersión de estos.
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El abandono del proyecto WebKit, por parte de Google y el desarrollo Independiente de Firefox y Samsung por otro vuelven a abrir el panorama de los navegadores.
La búsqueda de independencia en los navegadores web ha llevado a una curiosa asociación entre Firefox, de la Fundación Mozilla, y Samsung, anunciando que colaboran en un nuevo proyecto en desarrollo denominado Servo. El motor de este navegador está escrito en un lenguaje de programación nuevo a cargo de Mozilla Research denominado Rust. Samsung está colaborando activamente en portar este lenguaje a Android y ARM para adaptarlo a la variedad de dispositivos que emplean dichas palataformas. La idea es poder hacer un navegador que saque mejor provecho de los avances en recursos que los nuevos dispositivos incorporan para poder tener un mejor desempeño y una experiencia de usuario más rica.
A pesar del anuncio no se trata de una tecnología completamente innovadora, dado que Rush lleva algún tiempo en desarrollo, declarando como uno de sus objetivos llegar a sustituir al extendido lenguaje C++, haciendo especial hincapié en la seguridad y robustez del sistema. Se prevé que en un corto espacio de tiempo, Servo, sustituya al motor actual de Firefox,
Gecko, prometiendo una mejor adaptación a ARM, la arquitectura de procesador más extendida actualmente. A pesar de ello, este motor no será descartado por el momento y es probable que no se implemente en el nuevo sistema operativo, Firefox Os. De hecho,
Paul Roget, ingeniero de la fundación Mozilla, afirma que se está trabajando en un nuevo motor de gráficos 2D para Gecko, denominado Azure.
Google también promete cambios para Chrome con Blink
La compañía del gran buscador siempre ha sabido jugar bien sus cartas en los desarrollos libres. Así ha potenciado comunidades de desarrollo de forma paralela, incluso permitiendo que sus trabajadores puedan emplear parte de su jornada laboral en proyectos aparte de su trabajo.
Con esta perspectiva presente, debemos observar a
Chromium, una suerte de laboratorio libre que suele probar las novedades que luego Chrome implementa. El anuncio de un
nuevo motor de renderizado para Chrome, ya en pruebas en Chromium, denominado Blink, significa el distanciamiento de un proyecto compartido, como es WebKit, con lo que pueden desarrollar con mayor independencia. Al igual que Servo, una de sus claves parece ser
el trabajo con procesadores de múltiples núcleos. Uno de los objetivos que se persigue es reducir la complejidad interna con la que trabaja el motor de Chrome, aumentar la estabilidad y velocidad de desempeño.
Adam Bart, ingeniero de software de Google que trabaja en Chromium, señala que esta variante de WebKit se impulsa con la intención de mejorar el desempeño web, aunque se disculpa anticipadamente por el desajuste que una nueva plataforma pueda provocar en la comunidad de desarrolladores. El proyecto también ha levantado ciertas suspicacias, sobre todo en la forma en que se aparta Google del proyecto de WebKit, lanzando su variante propia. Como ejemplo, las que de esto hace uno de sus ingenieros, que en general señala que por su cuenta irán más rápido. Parece que la competencia con iOS también ejerce una sombra poderosa sobre estas consideraciones. En este sentido, un desarrollo en el que no se deben compartir con la competencia las mejoras aportadas por el equipo propio, es un argumento que aunque no reconocido está mas que presente.
A pesar de su anuncio, todavía no se ha fijado fecha para su implementación oficial. Aun así, el desarrollo de Blink mediante código abierto permitirá su puesta en funcionamiento primero en Chromium. Cuando se haya probado, apuntan a que tanto el navegador
Chrome como el sistema operativo Chrome OS, lo incorporarán de forma predeterminada.
Por último, Opera no ha querido perderse el festival de anuncios del día y también ha explicado que se sumará en próximas versiones a los desarrollos de Blink, que espera implementar pronto en su navegador.
WebKit y la falta de variedad como problema
El reciente anuncio de que Opera abandonaba su motor propio para pasarse a
WebKit, el mismo que el de la competencia, apuntaba a un panorama inquietante en el que solo un formato de navegador se imponía. La noticia no era bien acogida en el sector.
El desarrollo de WebKit, en parte devenido a estándar abierto del sector, es compartido por múltiples contribuyentes, entre los que destacan Apple o Google, que lo implementan en sus correspondientes navegadores, Safari y Chrome. Algunas de sus decisiones, como el abandono de Flash, dejando a muchas webs y servicios desactualizados, sin tiempo para elaborar alternativas, marcaron sus controvertidos pasos. Unas pautas que ya tuvieron precedente en las versiones 5 y 6 de Internet Explorer, de Microsoft, que terminarían empujando a muchos usuarios a buscar alternativas.
Por otra parte, las consideraciones respecto a la seguridad y la eventual posibilidad que ataques y vulnerabilidades puedan afectar a la totalidad de sistemas de navegación, tampoco deben ser descartadas. Los riesgos del «monocultivo» son extensamente conocidos. Hace ya bastante tiempo que las incidencias de seguridad pasaron a primer plano, máxime cuando cada vez más transacciones se realizan directamente desde el navegador.
En este sentido, que vuelva a existir variedad en los navegadores, con desarrollos adaptados a un futuro en el que la mayor potencia de los dispositivos permitirá que el navegador, por sí mismo, sea la plataforma completa de trabajo como apuntan sistemas del tipo de Firefox OS, es una buena noticia. Un ecosistema abierto y estandarizado es la mejor práctica para los usuarios, aunque buena parte de estos movimientos tengan más en común con las prácticas empresariales y sus dificultades en mantener proyectos en común cuando sus intereses divergen.